Aunque se crió al lado del mar –Necochea- asegura “amar” Córdoba por su aire y sus sierras. Cerca de cumplir 40 años, Guillermina Valdes irradia luz a lo largo de todo su esbeltísimo metro setenta y ocho.
Sucede que además de la belleza que le tocó en suerte, bulle de proyectos y energía. Es mamá de cuatro chicos (de 15 a 2 años y medio), pareja del hombre más popular de la TV; actúa, modela, estudia y emprende. Esta última faceta, en la que camina junto a su socio y amigo Fabián Paz, la trajo a participar de Estilo Córdoba, el ciclo de desfiles de Córdoba Shopping. Presenció el de Valdez, su marca de zapatos, y dejó inaugurado local exclusivo en el mall. Allí dialogó con Musa.
“Creo que Valdez recuperó una línea muy femenina que se había dejado de usar en Argentina. Nos encantan las plataformas, pero nos gusta también la mina que está muy femenina, muy elegante y a la vez cómoda; porque es activa, se mueve. La mujer Valdez no se pone un zapato sólo para ir a una fiesta”.
Esa multiplicidad de roles y demandas tan femenina que vos también vivís…
Sí, no es fácil muchas veces estar bien, impecable. La sociedad es muy exigente con las mujeres, y eso es también culpa nuestra porque nos dejamos llevar por esa energía. Pero bueno, en nuestro caso desde el diseño tratamos de que la mujer este cómoda, bien y se sienta montada en un zapato que la identifique.
En tu historia personal hay algo muy inspirador, como la chance de tener varias vidas en una. Fuiste mamá a los 23 y pasaste una larga etapa concentrada en tu familia, hacia adentro. Y ahora a los 39 vivís otro comienzo: sos actriz, empresaria, modelo y mamá de nuevo…
Sí, sí, sí. Eso de las varias vidas que decís me impresiona porque nadie me lo dijo, y es así. Es muy fuerte porque a veces me levanto y digo “upa, estoy viviendo esto!”, y en otro momento fui completa y feliz en un contexto completamente diferente. Tiene que ver un poco con mi forma de ser -que no siento que sea la de todas las personas, el tema de reinventarme.
No soy de cambiar no por el hecho de cambiar en sí, sino por escucharme, ver qué me está pasando, qué necesidades tengo, y acercarme a la gente que en ese momento tiene que ver conmigo, alejarme de otras a veces con dolor. Soy muy inquieta y no soy de instalarme en un lugar donde ya no me encuentre.
A cada etapa de tu vida la disfrutaste…
He disfrutado, he sufrido, he todo, como todas las personas que para estar en un lugar pasan por procesos. A veces cuando se las ve bárbaras no lo están, luego llega otro momento. Pero en general uno trata de buscar el bienestar. Primero por mi y luego porque tengo cuatro hijos y es una responsabilidad educar niños. Uno tiene que tratar de estar entero y bien.
Lorenzo no tiene 3 años aún, ¿cómo vivís esta “segunda” maternidad?
Ya me había despedido (ríe), tengo hijos pre adolescentes, adolescentes. Mi cabeza está todo el tiempo dividida, mi hija que recién no quería ir a la psicóloga, el bebé que tiene tos, el otro que está enojado. Pero bueno, mi vida es así y la verdad es que me encanta.
Pero a la vez, por la experiencia, debes ser una mamá más relajada…
Sí, vivo esta maternidad mucho más relajada, sin tantos miedos ni culpas; y él está criado entre los hermanos. Yo estoy acá y él está con ellos, con su papá. Es todo diferente y me re-dejo ayudar.
La musa de Valdez
Guillermina y Fabián se complementan al comando de la marca de zapatos: él es el diseñador formado y experimentado, y ella aporta su toque de estilo y se encarga de la difusión. Para la colección invierno, planean hacer su primer viaje para relevar tendencias y buscar inspiración juntos. “Él trabaja más que yo”, dice ella. “Más no, diferente. Y ella es la musa de la marca”, remata él.
by Florencia Ripoll
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